¿Qué sucede en el cerebro cuando leemos?

Medicina
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Leer es una actividad increíblemente estimulante para el cerebro y un nuevo estudio ha encontrado nuevos datos sobre lo que ocurre cuando estamos leyendo.

Cuando una persona abre un libro y comienza a leer, se activan dos redes distintas en el cerebro, que trabajan juntas para integrar los significados de las palabras individuales para obtener un significado más complejo y de orden superior, según revela un estudio llevado a cabo por científicos de la UTHealth Houston y que recoge la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).

¿Cómo funciona nuestro cerebro?
Este estudio permite una mejor comprensión de cómo los diferentes centros trabajan juntos en la red de lenguaje del cerebro. Arroja luz sobre cómo estas redes interactúan y colaboran para fomentar la comprensión de oraciones complejas, aclara Oscar Woolnough, P.h.D., primer autor del estudio e investigador postdoctoral del Departamento de Neurocirugía Vivian L. Smith.

"Nuestros cerebros están notablemente interconectados, y para que entendamos el lenguaje se requiere una secuencia precisa de procesos rápidos y dinámicos que ocurran en múltiples sitios en todo nuestro cerebro", continúa el experto.

Desentrañando sus misterios
El cerebro es el órgano más complejo del cuerpo humano, y está compuesto por varias partes que trabajan juntas para controlar nuestras funciones vitales, nuestras emociones y nuestro comportamiento.

Para identificar las funciones específicas y las interacciones de las áreas del cerebro involucradas en la lectura, los investigadores realizaron grabaciones de los cerebros de 36 pacientes con electrodos colocados quirúrgicamente para localizar la epilepsia. Midieron su actividad neurona mientras leían tres formas de oraciones: oraciones regulares; oraciones "Jabberwocky", como 'twas brillig, and the slithy toves, did gyre and gimble in the wabe', (basadas en el poema "Jabberwocky" de Lewis Carroll), que usan la gramática y la sintaxis correctas pero contienen palabras sin sentido, lo que las hace sin sentido; y listas de palabras o palabras sin sentido (como trasnocharanga, chimbambasaurio, zumbapapayas o zurriburrión, palabras inventadas que no existen en el diccionario español).

Dos redes cerebrales
Una vez analizados estos datos, los científicos identificaron dos redes cerebrales que desempeñaban un papel clave en el proceso de lectura: la primera, una red involucraba una región del lóbulo frontal del cerebro que enviaba señales al lóbulo temporal, mostrando una activación progresiva cuando una persona está construyendo un significado complejo a lo largo de una oración; la segunda, una red que involucraba una región diferente del lóbulo temporal del cerebro que enviaba señales a un área del lóbulo frontal, lo que permitía comprender el contexto de una oración para facilitar la comprensión y el procesamiento de cada palabra nueva que se leía.

"Los electrodos implantados en el cerebro nos ofrecen una visión sin igual del funcionamiento interno de la mente humana, especialmente para los procesos que son rápidos, como la lectura. Nuestro trabajo deja en claro que la mayoría de los procesos, por ejemplo, la comprensión o la generación del lenguaje, no no ocurren en una sola región, sino que se entienden mejor como estados muy transitorios que muchas áreas separadas del cerebro logran mediante interacciones muy breves pero críticas", concluyen los expertos.

Este estudio es fascinante no solo porque nos ayuda a comprender un poco más cómo funciona nuestro órgano pensante, sino porque hay muchas personas en todos los países del mundo con dificultades para leer, que experimentan trastornos como la dislexia. La dislexia es un trastorno del aprendizaje que afecta la capacidad de una persona para leer, escribir, deletrear y, a veces, hablar. Es una condición neurológica que afecta la forma en que el cerebro procesa el lenguaje y puede complicar la habilidad del que lo padece para decodificar y reconocer palabras, y también puede afectar su comprensión del texto escrito. Por ello, en última instancia, los investigadores tienen la esperanza de que sus hallazgos ayuden a generar tratamientos novedosos para la condición de lectura.

Referencia: 
Oscar Woolnough, Cristian Donos, Elliot Murphy, Patrick S. Rollo, Zachary J. Roccaforte, Stanislas Dehaene, Nitin Tandon. Spatiotemporally distributed frontotemporal networks for sentence reading. Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), 2023; 120 (17) DOI: 10.1073/pnas.2300252120