El polémico dirigente ha logrado su permanencia hasta 2028 en medio de un proceso exprés que ha sido motivo de críticas de expresidentes del partido, quienes han puesto en tela de juicio la presunta permisividad de las autoridades electorales
Alejandro Moreno ofrece un discurso luego de ser reelegido como presidente nacional del PRI.
La reelección de Alejandro Alito Moreno y Carolina Viggiano, como presidente y secretaria general del Partido Revolucionario Institucional (PRI), se ha consumado. El proceso inició hace 36 días y ha estado marcado por críticas y señalamientos encaminados a un proceso presuntamente simulado.
El dirigente ha conseguido 440 votos, el 97% de los sufragios emitidos, de los cerca de 500 integrantes del Consejo Político Nacional, contra los ocho apoyos que obtuvo su única oponente, Lorena Piñón y su compañero de fórmula, Cuauhtémoc Betanzos.
El presidente de la Comisión de Procesos Internos del PRI, Pablo Angulo, ha anunciado el triunfo de Alito minutos después del cierre de las urnas.
La jornada se ha llevado a cabo bajo la sombra de expresidentes del partido que han puesto en tela de juicio la posible permisividad de las autoridades electorales que no han atendido las solicitudes para impugnar la asamblea del 7 de julio y los acuerdos que en ella se aprobaron.
Las reformas estatutarias que quitaron los candados y abrieron la puerta a la reelección y la convocatoria para la renovación.
Moreno ha sostenido que el proceso se ha llevado a cabo con total transparencia.
Para ello incluso ha invitado a observadores internacionales, quienes vigilaron las cinco horas de elección. “Sin lugar a dudas este proceso se caracterizó por su desarrollo abierto, transparente, incluyente y competitivo en el que todos participamos en igualdad de circunstancias”, ha dicho el presidente del partido en su mensaje a la militancia.