6 cosas que le suceden a tu cuerpo cuando comes demasiado

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La mayoría de nosotros comemos en exceso de vez en cuando. A continuación, te explicamos por qué te sientes tan mal al comer en exceso y qué te ayudará a sentirte mejor.

¿Alguna vez has comido tanto que has tenido la sensación de que te iba a estallar el estómago? Casi todos recordamos alguna ocasión en la que hemos comido más allá del punto de saciedad, ya sea que nos excediéramos en un restaurante de comida rápida favorito o nos atiborráramos en una comida festiva.

Comer en exceso a menudo parece ocurrir durante las fiestas, cuando nos reunimos con la familia para celebraciones que giran en torno a alimentos especiales que no comemos habitualmente.

"Es fácil dejarse llevar por la alegría y la celebración de las fiestas, o recurrir a la comida como forma de controlar la ansiedad y el estrés; ambas cosas contribuyen a comer en exceso", afirma Kate Craigen, directora de integridad clínica y psicóloga clínica de Monte Nido & Affiliates, una organización nacional de tratamiento de trastornos alimentarios.

Si se convierte en un hábito, comer en exceso con frecuencia —sobre todo alimentos poco saludables— puede causar un trastorno alimentario o un aumento excesivo de peso.

El sobrepeso aumenta el riesgo de padecer problemas cardíacos, derrames cerebrales, diabetes de tipo 2, problemas respiratorios, muchos tipos de cáncer y muerte prematura.

Pero incluso a corto plazo, comer en exceso tiene efectos sobre el organismo, según los expertos. A continuación, te explicamos seis cosas que le suceden a tu cuerpo cuando comes demasiado y qué hacer para sentirte mejor.

1. El estómago se expande y presiona los demás órganos
Piensa en tu estómago como un globo que se expande al comer. Cuando está vacío, se parece mucho a una pasa, explica el doctor Matthew Hoscheit, gastroenterólogo de Cleveland Clinic: "Está arrugado, por lo que no ocupa mucho espacio en el abdomen".

Al comer, el estómago se expande para dar cabida a la comida adicional, y todo el abdomen se distiende. Por eso empiezas a sentir que necesitas desabrocharte el botón superior o el cinturón, dice Jennifer Earles, dietista licenciada de Novant Health Bariatrics Solutions en Charlotte.

Si continúas comiendo, el estómago se expande tanto que comienza a presionar los demás órganos internos. "Es una sensación incómoda", señala Earles.

2. El metabolismo se acelera
Para ayudar a tu cuerpo a descomponer toda esa comida, tu metabolismo se acelerará temporalmente después de una comida copiosa, indica Brittany Werner, dietista licenciada y directora de orientación de Working Against Gravity, una empresa de asesoramiento nutricional en línea.

Esa aceleración puede hacer que algunas personas se sientan de forma temporal acaloradas, sudorosas o mareadas después de comer demasiado, dice Werner. "Es tu cuerpo intentando hacer su trabajo", explica.

3. El corazón bombea con más fuerza para enviar más sangre al sistema digestivo
Cuando comes demasiado, el cuerpo desvía el flujo sanguíneo y la energía del cerebro y otros órganos a los intestinos, señala Hoscheit. "Esa es en parte la razón por la que te sientes cansado", añade.

El corazón también late más rápido durante varias horas para bombear la sangre adicional que el cuerpo necesita para la digestión.

Un estudio dividió a los participantes en dos grupos: un grupo comió una comida pequeña y el otro comió una comida dos veces y media más grande. El estudio determinó que las personas que comieron la comida más grande produjeron el doble de sangre. Su ritmo cardíaco también fue mucho más elevado en comparación con el grupo de la comida pequeña, y se mantuvo elevado dos horas después, mientras que el ritmo cardíaco del grupo de la comida pequeña había vuelto a la normalidad.

4. Te sientes cansado y lento
Es probable que te hayas dado cuenta de que no tienes mucha energía cuando tienes el estómago lleno. Una disminución en el nivel de energía es normal porque tu cuerpo está trabajando mucho para digerir la comida. Después de comer, tus órganos también liberan enzimas y hormonas adicionales, como la leptina y la serotonina, que contribuyen a la fatiga, indica Hoscheit. Un estudio reveló que puedes sentirte somnoliento y aletargado hasta cuatro horas después de comer en exceso.

5. El nivel de azúcar en la sangre experimenta subidas y bajadas significativas
Cuando comes, aumenta el azúcar (glucosa) en la sangre, sobre todo si comes alimentos ricos en azúcar y carbohidratos. Esto hace que el cuerpo libere una hormona llamada insulina para transportar la glucosa del torrente sanguíneo a las células, donde se utiliza como fuente de energía, señala Werner.

Si comes en exceso y demasiado rápido, "tu cuerpo no da abasto", explica. "Si no secretas suficiente insulina, la cantidad de azúcar en la sangre se dispara y luego disminuye de manera súbita". Esa bajada repentina puede hacerte sentir nervioso y contribuir a la sensación de letargo y fatiga.

6. Es posible que experimentes acidez estomacal y reflujo ácido
Según Hoscheit, es frecuente que las personas sufran acidez estomacal y distensión abdominal después de comer en exceso. La acidez se produce cuando el ácido y otros contenidos del estómago suben al esófago, y provocan una desagradable sensación de ardor en el pecho.

Al distenderse el estómago por exceso de comida, el músculo que separa el esófago del estómago se relaja temporalmente.

Si el estómago está muy lleno, "la comida tiene que ir a alguna parte, así que regresa al esófago", dice Hoscheit.

Cómo sentirse mejor después de comer demasiado
La buena noticia es que la mayoría de las personas se sienten bien unas horas después de comer demasiado. Y siempre que no sea algo habitual, los estudios indican que el organismo se recupera con bastante rapidez de un único episodio de comer en exceso.

A continuación te ofrecemos algunas medidas que puedes tomar para aliviar el malestar la próxima vez que sientas el estómago incómodamente lleno y distendido.

No te atormentes. "No hay razón para sentirse mal o avergonzarse por la comida", dice Werner, y señala que la mayoría de nosotros comemos en exceso al menos de vez en cuando. "Lo hecho, hecho está. Mira hacia delante y aprende de las lecciones del pasado".

Mantente en posición vertical. Cuando uno no se siente bien, es posible que se sienta inclinado a dormir la siesta o tumbarse en el sofá, pero permanecer de pie durante un rato favorece el flujo natural de la digestión, afirma Earles.

También reduce el riesgo de acidez estomacal y reflujo ácido.
Muévete. Un poco de actividad ligera, como dar una vuelta a la manzana, ayuda a aliviar las molestias y a que el cuerpo empiece a quemar las calorías sobrantes. "También ayuda a regular el nivel de azúcar en la sangre para que no baje demasiado pronto... y esto hará que te sientas mejor", afirma Earles.

Bebe agua. Mezclar líquidos con sólidos facilita el proceso de digestión del estómago y ayuda a prevenir el estreñimiento. "Piensa en una licuadora: es más fácil mezclar los sólidos si añades agua", señala Hoscheit.

Prueba los productos de jengibre o menta. Se ha demostrado que ambos remedios caseros ayudan a calmar el estómago, afirma Hoscheit. Vienen en diferentes formas, como tés y pastillas.

Toma un antiácido para la acidez estomacal. Los antiácidos de venta libre ayudan a neutralizar el ácido estomacal y alivian con rapidez los síntomas de la acidez.